Y sí, finalmente, las mujeres somo reputas, putísimas, en cuanto a la infidelidad y deslealtad, si no lo hemos hecho, lo vamos a hacer, tarde que temprano cagamos cualquier cosa con nuestros mentruales impulsos de sangrar y manchar todo, somos el conquistador permanente, terrorismo vaginal en su máxima expresión, la neta, no se puede confiar en nosotros, esa es my story and I am sticking to it.

Es que, digo, ¿ a quién no le gusta la sensación de una lengua atravezándole la garganta y un par de reatas metidas hasta el final de útero y el intestino mientras te besa tu best friend?, con esa cura hasta las utopías y es sufrimiento de lo abstracto se olvida, lástima que sólo sea por un par de momentos.